Las Reglas de Oro de una Buena Secretaria

Hoy, en un mundo empresarial complejo y globalizado, la secretaria se ha convertido, cada vez más, en una auténtica joya para la empresa: el brazo derecho de los jefes, sin el cual difícilmente podrían soportar la carga de la dirección.

Saber ser.
Si usted tiene intención de ser una secretaria eficiente, le interesa conocer el decálogo del "saber ser":
1- Honestidad y ética.
Como una vía de comunicación entre los máximos responsables de la empresa, usted tendrá acceso a documentos confidenciales.
2- Espíritu de servicio.
Como secretaria, usted ha sido contratada para "echar una mano" y aliviar el trabajo de sus superiores. Por ello, deberá intentar ser útil en todo momento.
3- Capacidad de escuchar y de comunicar.
Encerrados en sus despachos, los responsables de las empresas no suelen tener tiempo para conectar con las inquietudes de quienes les rodean. El "brazo derecho" se convierte entonces en "todo oídos", en una especie de buzón de sugerencias que recoge las quejas del personal
o de los clientes, para, con tiempo y tacto, transmitírselas a los superiores.
4- Iniciativa.
¿Puede haber algo más irritante que ver a su persona de confianza cruzada de
brazos, a la espera de instrucciones?
5- Tranquilidad y paciencia.
Sin duda alguna, cuando su superior esté abrumado de trabajo, descargará su tensión con quien tenga más cerca.
Nada más abrir la puerta de su despacho, se encontrará con usted, que recibirá toda su furia. Debe asumirlo y saber mantener la calma.
6- Sentido del humor.
La tensión y las dificultades se arreglan rápidamente con un buen chiste.
7- Discreción.
Si, generalmente, la murmuración "mata" el ambiente de compañerismo en el que se debe trabajar, esto resulta aún más grave en el caso del asistente del jefe.
A medio camino entre la dirección y los empleados, sus críticas pueden resultar letales.
8- Disponibilidad.
Su jefe puede necesitarla en cualquier momento del día.
Si se hace imprescindible (lo que es frecuente) la empresa no podrá seguir adelante sin su ayuda, por lo que se le exigirá una total flexibilidad y capacidad de adaptación.
En cualquier caso, la disponibilidad depende del nivel profesional o de las responsabilidades, y su sueldo se adaptará en consecuencia.
9- Capacidad de aguante.
Suele ser común que usted "corra" para realizar un trabajo "extremadamente" urgente, y luego, tras emplear horas extraordinarias, el informe duerma durante semanas en el despacho de sus superiores.
10- Rapidez.
Aunque le hagan faenas como la descrita, puede ser que, efectivamente, los informes sean realmente necesarios para una operación de última hora.
Más vale prevenir...